Yupanqui e Piaf, encontro de duas lendas da música mundial |
O cartaz da histórica apresentação |
En 1949, después de unos recitales por países comunistas, hizo un alto en París donde conoció a los poetas franceses Aragon y Paul Eluard. Con Aragon no simpatizó pero con Paul Eluard se estableció una amistad basada sobre una gran estima recíproca. Un día, Eluard le dijo: “Esta noche ven con tu guitarra, te voy a dar una sorpresa”. Y fue efectivamente una gran sorpresa cuando vio entrar al departamento del poeta a Edith Piaf, que estaba en el apogeo de su carrera.
Cuando la Piaf lo escuchó, quedó deslumbrada y le preguntó: “¿Dónde trabajas?”, a lo que Don Ata le respondió: “En ninguna parte, ya me voy, ya me voy a mi país.” Algo emocionada, la cantante francesa replicó en voz alta una especie de orden y súplica: “No, París tiene que escucharte. Ven mañana a las 8 al Athenée con tu guitarra. Te mandaré el auto al hotel.” Al día siguiente, cuando el secretario de Edith Piaf vio que Yupanqui vivía en un hotelucho de ‘pulgas numeradas’, como él mismo decía, le contó sorprendido a la cantante.
"Ella, en esa época, estaba en su mejor momento y llenó París de carteles con una publicidad muy original que decía: 'Edith Piaf cantará para usted y para Yupanqui'. Fue un gesto maravilloso de su parte. Ella estaba en la cima de su carrera y quería compartir conmigo un espectáculo. Conmigo, que era un negrito que se escondía detrás de su guitarra".
Don Ata saboreando
seu mate
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Aquella noche del 6 de junio de 1950, Edith abrió el recital y cantó más de veinte canciones, para luego tomarlo de la mano y presentarlo al público. “Les presento a Atahualpa Yupanqui, un músico de mucho talento, a quien dejo cerrar el espectáculo. Quiero que lo escuchen como lo merece”, dijo la cantante ante un público sorprendido y curioso. Luego de interpretar sus zambas y sus milongas, el cantautor argentino recibió los aplausos más conmovedores de su vida.
Alargando su estancia en la ‘ciudad luz’, pocos días después firmó un contrato con Chant du Monde, y la Academia Charles Cros lo distinguió entre 350 artistas de todos los horizontes al otorgarle el Primer Premio al Disco Extranjero. En ese mismo año dio más de 60 recitales en toda Francia.
“Casi cuarenta años después, en 1989, con muchas idas y venidas, la ciudad luz y Atahualpa ya se tuteaban, había un mutuo entendimiento. En 1989, cuando se celebró el Bicentenario de la Revolución Francesa, hacía unos años que Atahualpa había sido nombrado 'Caballero de las Artes y de las Letras de Francia'. Entonces, desde el Ministerio de Cultura le encargaron una cantata para tan trascendental fecha. A la cantata la tituló 'La sagrada palabra' y allí decía:
"Nosotros, los del cabello lacio y el rostro de bronce, los hijos de la pampa y la montaña, decimos gracias Francia, por señalar un día el camino de la libertad".
(fragmento em espanhol do depoimento de Daniel León - Fonte)
“Casi cuarenta años después, en 1989, con muchas idas y venidas, la ciudad luz y Atahualpa ya se tuteaban, había un mutuo entendimiento. En 1989, cuando se celebró el Bicentenario de la Revolución Francesa, hacía unos años que Atahualpa había sido nombrado 'Caballero de las Artes y de las Letras de Francia'. Entonces, desde el Ministerio de Cultura le encargaron una cantata para tan trascendental fecha. A la cantata la tituló 'La sagrada palabra' y allí decía:
"Nosotros, los del cabello lacio y el rostro de bronce, los hijos de la pampa y la montaña, decimos gracias Francia, por señalar un día el camino de la libertad".
(fragmento em espanhol do depoimento de Daniel León - Fonte)
Belíssima história, dois grandes e humildes...que assim seja! merci, gracias Francisco
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